lunes, 18 de mayo de 2009

HABLAR DE AMOR ES HABLAR DE UNA NECESIDAD HUMANA.

¿ por qué razones el ser humano durante su vida lucha, literalmente, por encontrarlo; se desvela en sus noches sufriendo, orando, pidiendo al universo le conceda encontrar a aquella persona que complemente su vida? Esto por citar los más efímeros ejemplos de los que muchos de nosotros vivimos a lo largo de los años, desde que descubrimos la atracción hacia otra persona; la atracción física en una primera instancia hasta llegar en muchos casos a desarrollar un vínculo emocional muy similar al que se puede mantener con la familia donde nos criamos o nacimos.

Que simple la pregunta puede parecer, pero surge otro cuestionamiento ¿Qué lleva a los científicos, médicos, psiquiatras, filósofos, sociólogos, hasta a las personas comunes, en las cuales me incluyo, a tratar de entender que es eso que le decimos Amor, y lo categorizamos como sentimiento?

Esta reflexión no entra en las categorías religiosas del amor hacia la humanidad, quiero centrarme en la preocupación de la sociedad, del amor de pareja. Qué problema ha sido a lo largo de la historia de la humanidad, de la que tenemos conocimiento el amor. EL amor se ha tornado parte de la existencia humana, al punto de llevarla incluso a pasar por los peores desencantos, depresiones, guerra entre naciones, tristezas y como resultado enfermedades. Porque si es claro, la tristeza enferma, no es como dicen el viejo refran popular, “el amor mata, me muero de amor”, es que la tristeza al ser humano lo consume, lo va drenando al punto que lo puede llevar acabar con el mismo. Y el amor tiene ese pequeño o gran defecto, en ocasiones y quizás muy frecuentemente para algunos trae tristezas.

El amor es un poder activo en el hombre”; un poder…. ¿y que podríamos entender por poder? Imaginemos por un momento cruzar todas las barreras que se nos pongan frente a nosotros, que nos separan del ser que representa nuestro sentimiento, nos podría dar la capacidad de superar nuestros dolores internos, amarnos a nosotros mismos. El amor se convierte en la simbiosis de dos seres que pasan a ser uno, sin embargo nunca dejan de ser dos, en el llamado Amor Maduro.

El arte de amar se centra justamente en llegar alcanzar el amor maduro, que significa la unión o condición de preservar nuestra integridad y nuestra individualidad, sin que esto afecte la unión con el ser amado.

Dar produce felicidad, y en una relación de pareja madura, donde se respeta la individualidad y la integridad, se experimenta según los expertos y también aquellas parejas que llevan compartiendo su vida mas de 60 años, la fuerza de la riqueza interior del espíritu y el alcanzar juntos metas compartidas que se forjaron a medida de la convivencia. Las personas se sienten vivas, dichosas, el acto de dar se convierte en una expresión de la vitalidad que están sintiendo.

Es importante entender que el significado de la palabra dar, no abarca la esfera material, sino el dominio de lo humano. La persona da a otra una parte de su propio vida, recalcando que no es sacrificio alguno, sino que entrega lo que está vivo en él, la alegría, su humor, su tristeza, sus errores son todas las expresiones que da lo que está vivo en él. En el amor maduro se concibe la entrega sin esperar recibir, porque el hecho de dar es la de donde parte la teoría de amar, ya que entregarse produce dicha. Pero si es claro, que cuando los sentimientos en la pareja son reales y sinceros, el dar se torna en un círculo virtuoso, los que lo llevan a recibir constante alegría que ellos mismos han creado.

Como dije en párrafos anteriores, el amor nos da poder, es poder, porque el amor es el único sentimiento capaz de producirse el mismo, amor. Pero el poder nunca viene solo, trae consigo la responsabilidad; muchos piensan en esta palabra como un sinónimo de un deber, pero en un sentido profundo y analítico la responsabilidad es voluntaria, es la respuesta a las necesidades explicitas o no de otro ser humano. Responsabilidad como palabra compuesta significa estar listo para responder.

Ahora el poder del amor, la responsabilidad, no podrían ser maravillosos sino incluimos un componente imprescindible, que es el Respeto. El cual no es significado de sumisión ni de temor hacia otro, de acuerdo a su raíz etimológica o idiomática significa la capacidad de ver a la persona tal cual es, y tener por ende conciencia de su individualidad única, no existen dos personas iguales. En el amor maduro y saludable la pareja se preocupa por que ambos se desarrollen y crezcan tal como son, así el respeto elimina cualquier tipo de explotación hacia el otro ser. A su vez el respeto lo alcanzamos solo si hemos alcanzado la independencia, si puede caminar solo sin tener que dominar ni someter a ninguna persona. El respeto existe sobre la libertad. El amor y la libertad están unidos bajo su concepción primaria, no existe amor sin libertad.

¿Cómo se respeta a una pareja? Muchos nos podemos preguntar esto…la respuesta es simple y obvia, conociéndola. El conocimiento no existiría si no lo motivará la preocupación por el otro, por eso hay muchas fases en el proceso de conocerse. El problema del amor con el conocer, radica en que las parejas deben caminar hacia “fundirse para transcender”, como dice Froman, una frase muy poética y romántica, pero es una realidad, tan presente que es uno de los mayores problemas por lo cual fracasan las relaciones, uniones de parejas, matrimonios; la incapacidad del ser humano de vincularse con el otro en lo más profundo de sus secretos, de volverse cómplices, aunque biológicamente ni el hombre conoce todos sus secretos, si conocemos nuestro carácter, anhelos, frustraciones, metas, las cosas que nos alegran que nos encolerizan, pero aún así no lo intentamos no construimos la convivencia y el entorno para propender a generar ese conocimiento indispensable, necesario, el núcleo del amor.
De allí tantos fracasos y desdichas por rompimientos de familias inmaduras que no comprenden el proceso de pareja y del amor.

El acto de fusión que produce el amor, la penetración activa en la otra persona, va generando el deseo de conocer y satisfaciendo esos espacios que deben ser llenados para crear las bases de la relación en las primeras fases, es increíble pero muchas experiencias revelan que mientras más nos adentramos en este viaje de conocimiento de nuestro compañero o compañera más nos auto conocemos, porque nos descubrimos mutuamente.

Al llegar a esta fase el amor ha logrado cambios importantes en ambas personas, dejando de lado el narcicismo, el auto centrismo, siente una nueva energía de unión, de compartir, de unidad. Más aun siente la potencia de producir amor antes que la dependencia de recibir, pasamos del amor infantil que sigue el principio de que “amo porque me aman” al amor maduro “me aman porque amo”, el amor inmaduro dice de acuerdo a Froman “Te amo porque te necesito”, el amor maduro “Te necesito porque te amo”.

Podemos resumir en esta primera reflexión sobre la teoría del amor que plantea “El arte del Amor”, que este no es específicamente con una persona, el amor es cuestión de actitud, una orientación de carácter que nos va a definir qué tipo de relación de una persona tiene con el mundo como totalidad, no con un específico.

¿Ahora puede aprenderse un arte sin practicarlo?, la mayoría de las personas esperamos recetas en los libros que nos digan como amar y ser feliz por siempre como en los cuentos de hadas, pero eso no es la realidad. El amor es un arte, y este vale demasiado y necesita ser practicado día a día constantemente, y nace de los valores personales, claro que los consejos de los expertos nos dan las pautas pero solo los seres humanos podemos aplicarlos a nuestras realidades de la mejor forma.

La práctica necesita requisitos como todo arte, pero primero y esta regla en general para la vida es la Disciplina. Nunca haremos nada bien si no lo hacemos de forma organizada y disciplinada, y no quiere decir que amar es ser un soldado y que estamos en guerra. El problema es que el hombre actual hombres y mujeres son indisciplinados fuera de la esfera del trabajo por muchos motivos según los estudios. La concentración, la paciencia, la tolerancia y la preocupación son factores que deberemos tener presentes siempre, el amor requiere de esfuerzo de cuerpo y alma porque es un tesoro, no es nada fácil conseguir quién nos ame de verdad, es un Don Divino que Dios nos regala.
Quizás tener fe en el amor aún aislando todos los fenómenos sociales que lo afectan y tratan de destruirlo, nos puede convertir en individuos excepcionales capaces de trascender más allá de las esferas de lo común y cotidiano, porque conocemos algo más, conocemos la naturaleza humana, a nosotros mismos.

Espero desde mi experiencia poder hacer llegar un aprendizaje y reforzar yo lo aprendido.

CONVEREVOSABI.

MARTHA SANCHEZ